POEMAS


MI AMOR

Chiquita de mi corazón, soy feliz solo contigo.
Eres tu lo que yo quiero escuchar, eres tu mi luz en la oscuridad.
Amor mío. perdona.
Vos sabes que a veces hay desencuentros, pero cuando hay un encuentro de
dos almas trae luz, amor, libertad y sueños.
Deja de llorar.
no me gusta verte con la carita empapada.
Prefiriese ver una sonrisa.
Por mucho que me esfuerce no me voy a cansar de mirarte
de estar junto a ti.
Ven, cálmate no llores mas,
si sierras los ojos veras que sigo contigo.
No me iré sin besar una de esas lagrimas que caen de esa
carita empapada.
entender como se vive sin tu amor se me hace muy difícil.
Pero esta noche olvidemos todo, empecemos de nuevo y
ahora solo hablemos
de amor
Te juro que a nadie he vuelto a decir amor.
Lo que sentimos dime si no es amor.
Tu ya tienes mi corazón y
moriría en tus brazos
x tu amor.

ENAMORATE DE ALGUIEN

Enamórate de alguien que: te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.
Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes.
Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.
Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.
Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero/a, que respete tus fantasías, tus ilusiones.
Enamórate de alguien que te ame. No te enamores del amor, enamórate de alguien que este enamorado de ti.

LLÁMAME
Llámame, aunque sea a esta hora de la noche
aunque ya me este durmiendo;
llámame porque quiero escucharte
antes de dormir para poder, por esta noche,
recordarte en un sueño profundo
tan profundo que no alcanzó mi amor para llenarlo,
pero solo me basta con verte ahí,
aunque yo no esté en él.
Llámame, que quiero conversarte
no importa el tema sino tu,
tu labios aferrados al teléfono
que me transporten hasta ahí para poder,
por un mágico instante, acariciarte, besarte,
decirte repetidas veces lo que tu sabes,
desde ese día en que me transformé en ese ser,
al que tu miras fijamente todas las mañanas
y no has dejado de pensar en él.
Llámame, que no puedo dejar pasar un minuto
sin sentir si quiera tu voz.